Las cosas que nunca te dije.

Tal titulo es como el de un libro, pero no, no es una reseña del libro, ni lo he leído, quizás lo lea, pero ese no es el tema.

Se nos cambia la mirada cada vez que nos rompen el alma.
La vida te tira, te levanta y en el mismo instante te vuelve a dejar caer. Hoy me vuelve a esperar otro día por vivir sin ti, te extraño, me veo diferente desde que te has ido, no es a peor, tampoco es a mejor, es como si los colores hubiesen perdido su brillo, pero todo sigue igual, salvo que tu no estas, la vida sigue, sigue con su mismo ritmo y yo me siento mal, culpable de no haber parado mi vida al irte.
Mis manos siguen notando el tacto de tu pelo, sigo escuchando tu voz canturreando bajito mientras cocinabas para todos, sonrío al recordar como te picaba que dijera que eras una anticuada. Te echo de menos y me refugio en el recuerdo. Madre cuando cantabas me pellizcabas el alma, quizás por ello bromeaba, para no mostrar mis sentimientos.
Hoy me arrepiento porque no se si te fuiste sabiendo que te ame, hoy no se si sabias que mientras tu cantabas aquellas coplas yo me sentaba a escondidas en el patio a escucharte, de tus coplas aprendí historias de amor y de amantes desgraciados. Maldita timidez que me quito la oportunidad de cantar contigo. Ahora soy yo el que canta, canto al recordarte siempre que el dolor no me haga temblar.
Sin ti soy tan poca cosa, sigo siendo aquel niño que necesitaba cogerse de tu falda al andar. Es tan difícil...